Con una actividad intergeneracional en torno al tejido de la lana, el Centro de día pone fin a las actividades socio-comunitarias de este curso y se despide hasta septiembre. La convocatoria abierta a tejer en público logró reunir el sábado 24 de junio en la plaza de Monleras a cerca de cincuenta personas de diferentes edades y de varias localidades, a las que Nuria, la educadora del Centro y animadora de los talleres de ergoterapia, animó a sumarse a la propuesta de tejer un gran árbol de Navidad como proyecto comunitario.
Las personas mayores evidencian, una vez más, que son transmisoras de conocimientos y valores, además de colaborar activamente en la dinamización de la vida del pueblo. Es uno de los retos del Centro de día: que tomen voz y expresen sus deseos, que sean protagonistas para decidir dónde y cómo quieren vivir, que aporten su experiencia y su saber para construir comunidades vivas, que interactúen con las generaciones más jóvenes, que tiendan puentes entre el pasado y el futuro del mundo rural.
Las imágenes son cortesía de Fátima Martín Zarza
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