El Mundo rural menos poblado reclama el
reconocimiento de espacios comunitarios para el apoyo al envejecimiento activo.
Ser menos no resta derechos.
Colectivos de Acción Solidaria (CAS), entidad del tercer
sector constituida hace 35 años por diferentes asociaciones implantadas
principalmente en el medio rural de diversas comunidades autónomas del Estado
español, lleva años trabajando por
una trasformación social efectiva que
reconozca las particularidades de
entornos rurales menos poblados, adaptando
las normativas a estas
particularidades y dotando de recursos
para salvar los desequilibrios territoriales.
Por poner un ejemplo
significativo, si ponemos el foco en el servicio de “centro de día” para
personas mayores que menciona la Ley de dependencia, sería inviable cumplir la
norma.
En este sentido, proponemos la creación de otro tipo de
centros, además de los ya dispuestos como centros asistenciales, que podríamos
llamar “centros rurales comunitarios”.
Estos centros estarían enfocados a
la prevención de la dependencia y ofrecerían servicios socio-comunitarios
para dar respuesta a otras necesidades de las personas mayores distintas de las
asistenciales, tales como las de envejecimiento activo, socialización y
participación comunitaria.
Reivindicamos centros rurales comunitarios para pequeñas zonas
dentro de cada comarca que incidan
en una mejora de la salud y de la vida
comunitaria.
Reivindicamos centros rurales comunitarios porque facilitan las relaciones, socialización, comunicación y haciendo frente al
problema de la soledad no deseada y el aislamiento.
Reivindicamos centros rurales comunitarios porque potencian la participación intergeneracional y entre pueblos, fortaleciendo comunidades vivas.
Reivindicamos centros rurales comunitarios porque favorecen la creación de empleo
profesional cualificado, permitiendo el asentamiento de mujeres, personas
jóvenes y nueva población.
Reivindicamos servicio de transporte para acceder a estos centros comunitarios y así cubrir la necesidad de cada localidad por pequeña que sea.
Reivindicamos centros rurales comunitarios porque ayudarán a cambiar la percepción del mundo rural,
de manera que sea visto como espacio amigable para las personas mayores y lugar
de oportunidades en el ámbito de los cuidados.
Reivindicamos financiación para la creación, articulación y desarrollo de esta red de espacios a través de una colaboración público-privada, que
incluya a los ayuntamientos y entidades del tercer sector implantadas en el
territorio, necesaria para hacer realidad lo propuesto por el artículo 16 de la
Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía personal y Atención a las personas dependientes.
Son muchas las actividades y servicios que se pueden prestar de manera
coordinada para prevenir el
envejecimiento tales como terapia ocupacional, estimulación cognitiva,
psicomotricidad, gerontogimnasia, fisioterapia, podología, servicios de
proximidad de comida y comida a domicilio, información y asesoramiento, talleres
intergeneracionales de saber tradicional y trasmisión de la memoria, etc.
Este modelo es posible, puesto que ya existen experiencias piloto en Cantabria
y más consolidadas en País Vasco con
los centros rurales de atención diurna (CRAD) y algunas experiencias más
aisladas que hemos ido poniendo en marcha, supliendo los escasos recursos con
una gran dosis de compromiso social, en otras comunidades como Castilla y León.