Los juegos tradicionales, a los que jugaban los mayores cuando eran niños, fueron protagonistas de una jornada de convivencia intergeneracional que reunió a las personas mayores que participan en las actividades del Centro de día y a los niños y niñas del CRA Bajo Tormes.
A los primeros les sirvió para rememorar con nostalgia tiempos felices y a los segundos les procuró una mañana pletórica de diversión y alegría, en la que aprendieron que para jugar no se necesita nada más que imaginación y ganas, y que en nuestra sociedad hemos ido perdiendo muchas cosas valiosas, entre otras el sentido del juego, que merece la pena rescatar.
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