El pasado 28 de noviembre nos reuníamos en el Espacio
Comunitario del Mayor un grupo de personas que, desde las asociaciones Adecasal,
Asdecoba y Escuelas Campesinas de Salamanca, venimos desarrollando una
experiencia de cuidados pionera en el mundo rural, que se sostiene gracias
al trabajo en red y al compromiso comunitario que intenta dar respuesta a las
necesidades de las personas mayores de nuestro entorno del Bajo Tormes.
Nuestro modelo se basa en respetar el deseo de las
personas mayores de permanecer en su casa y en su entorno, con las
atenciones, servicios y cuidados que aseguren su bienestar y calidad de vida, y
contempla tres ámbitos de intervención: los cuidados individuales en casa (ej:
la comida servida en el domicilio), en primer lugar; los servicios
socio-comunitarios que ofrecen espacios de participación o socio-sanitarios que
inciden en la prevención, en segundo lugar, y, por último, las pequeñas
residencias o casas asistidas que brindan una atención permanente cuando la
dependencia se agrava.
Frente al olvido y el abandono que sufre
el mundo rural por parte de la sociedad actual urbano-consumista, donde solo
interesa lo que es rentable y produce beneficios, y desde la percepción de que
el mundo rural tiene la capacidad de generar esperanza ante una realidad
que invita al pesimismo, como lugar de oportunidades para el cambio social, pretendemos
desarrollar otra mirada que ponga en el centro a las personas, en
especial a las más vulnerables, en cercanía y con actitud de servicio, desde el
convencimiento de que solo desde la implicación comunitaria es posible
transformar la realidad desde dentro.
Desde esa mirada cobra sentido nuestra acción social,
que busca la interrelación de tres elementos clave:
-La dinámica del cuidado, que ha constituido
una seña de identidad en la cultura de nuestros pueblos.
-La importancia de la comunidad, que nos
compromete a buscar alternativas comunitarias en lugar de soluciones
individualistas a las necesidades y problemas detectados.
-El enraizamiento en un territorio, en una
historia, en un contexto cultural, en una comunidad.
En esa perspectiva se sitúan nuestras experiencias y
proyectos para el cuidado de las personas mayores, y desde esas claves
intentamos afrontar las dificultades que en estos momentos ponen en riesgo su
sostenibilidad.
Por ello, de cara al próximo año, nos planteamos dos
objetivos esenciales:
-El primero, poner el acento en visibilizar y dar a
conocer a la población, tanto local como de fuera, las iniciativas que
estamos posibilitando en la zona, que en conjunto suponen la validación de
uno de los proyectos más innovadores para el cuidado de las personas que
existen en el medio rural. Es importante saber valorar y cuidar lo que hemos
conseguido con tanto esfuerzo.
-El segundo, hacer ver a las Administraciones,
muchas veces desconocedoras de la realidad rural, que este es el modelo que
hay que sostener, apoyando desde las instituciones públicas las estructuras
comunitarias desde las que procuramos dar respuesta a las necesidades de las
personas, porque, en las antípodas de la mercantilización de servicios en auge,
es un modelo que cuida el alma y la vida de la gente.
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